Las autoridades investigan el caso de un patrullero de 26 años de edad de la estación de Policía de Kennedy al sur occidente de Bogotá tras resultar gravemente herido, luego de recibir un disparo en la cabeza, que según informaciones preliminares, él mismo se lo habría propinado.
De acuerdo con la Policía Metropolitana de Bogotá, el jóven fue trasladado a la Clínica del Occidente donde permanece en cuidados intensivos, ya que presenta muerte cerebral.
El patrullero tiene un niño de cinco años de edad, pero no convivía con la madre del pequeño.
Por lo tanto, la Inspección de la Policía Nacional inició una investigación para establecer las causas por las que este uniformado, quien no ha sido identificado, intento quitarse la vida.